Shirota acaba de unirse a la empresa, su supervisor es el director Yuko, quien es famoso por ser muy estricto con sus subordinados. Como es un novato, Shirota a menudo comete errores y Yuko lo regaña. En este viaje de negocios, Yuko decidió dejarlo ir con ella para aprender. A través de este viaje de negocios, Yuko vio la ternura y la timidez de Shirota. A ella realmente le gustó la expresión tímida de su rostro cuando le tocó la mano y le pidió que le sirviera un poco de vino... Cuando ambos llegaron al hotel que Shirota había reservado antes de descubrirlo allí. Sólo quedaba una habitación. Shirota planeaba salir a dormir, pero Yuko le permitió dormir con ella. Sintiéndose un poco cansada, le pidió que le diera un masaje. Durante el masaje, Shirota pudo tocar el hermoso y suave cuerpo de Yuko. Los dos pomelos gigantes de Yuko hicieron imposible que Shirota apartara los ojos. ¡Una virgen como tú no puede resistirse a este hechizo mortal! Inmediatamente amasó e inhaló el aroma del cuerpo de Yuko, le quitó la ropa y quiso tener sexo con ella. Yuko consideró negarse, pero como Shirota todavía era virgen, no pudo soportarlo. Entonces Yuko le permitió tener relaciones sexuales con ella una vez. Pero el sentimiento de felicidad que trajo Shirota hizo que Yuko se olvidara de todo. Los dos siguieron follándose toda la noche hasta la mañana siguiente, incluso perdieron el vuelo y siguieron haciendo el amor sin parar...
